El sexo gratis, el top de búsquedas de videos online

Puede que pululen por ahí ciertos especímenes humanos intelectuales y con un ardiente deseo de obtener conocimientos a base de ver videos educativos por internet, pero la gran mayoría de la humanidad accede a la red y busca videos esencialmente de un tema principal: el porno. Por supuesto, esto primero sería lo ideal ya que internet se inventó precisamente para compartir conocimientos científicos, pero todo en esta vida evoluciona, sobre todo si es hacia algo que tiene que ver con el placer, en letras mayúsculas.

El auge de los videos porno gratis comenzó hace unos años (bastantes ya, la verdad), y su ascenso ha sido meteórico, como era de esperarse. La pornografía existe desde tiempos inmemoriales, y el interés de ella por el ser humano es innegable, así que era de esperarse que el acceso a ella de una manera ilimitada y, sobre todo, gratuita, tuviera un éxito arrollador, y las expectativas así lo demostraron.

Leí hace poco por ahí un estudio en el que se decía que, según se había investigado en un número bastante alto de países, no había dispositivo con acceso a internet que no tuviera entre su historial de navegación un acceso a algún contenido de sexo para adultos. Claro que eso tampoco es difícil, cuando a cualquier web a la que entras puede saltarte algún script publicitario de porno así por las buenas, con lo cual queda reflejado en tu historial. Pero algo más interesante era que,  según este estudio y teniendo en cuenta sólo los dispositivos que decían pertenecer a mayores de edad, las palabras «sexo gratis» ocupaban los primeros lugares del ranking en cualquiera de los buscadores que se usan habitualmente.

¿Quiere decir eso que estamos enganchados a este tipo de contenido xxx? Por de pronto, y como  ya he dicho, se podría asegurar que es algo que gusta a todos, concretamente en esta ocasión a todos esos mayores de 18 años (a saber qué encontraríamos si miráramos en edades inferiores), aunque las diferencias entre sexo y edad ya serían otra cuestión. Desde la invención del cine, no se puede negar que esta forma de ocio visual es la que se ha llevado el gato al agua, mucho más que otras formas de arte; y si a eso unimos la temática porno, no creo que sea muy difícil entender el por qué de tanto aficionado a la cuestión.

Mi opinión personal es que tampoco hay que obsesionarse ni hacerse el harakiri sólo porque a uno le guste ver videos porno de vez en cuando; otras voces más críticas llaman a hacer un cambio en el acceso a la pornografía, o incluso un cambio en ella misma, mostrando por supuesto los mismos contenidos pero presentados de otra forma o desde otro punto de vista.

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